315_ no voy a hacer de mi vida una lucha.

Claro que el dueño de mi vida soy yo, ¿por qué merece la pena luchar?, por lo mínimo para vivir. Sí es virvir mucho más importante que luchar. Mucha gente tendrá intereses, sean morales o no, sobre uno, e intentarán manipularme, igual que a todos. Aquí hago un principio, no he de luchar más, que para ser mí dueño, y vivir como yo quiero, deseo y Decido. Siempre en ese sentido, tiene sentido una lucha, para vivir viviendo, no luchando. Sólo mí reino y mi vida, valen, nada más. Es una gran verdad. No he de luchar, más de donde me quieren quitar, y no respetan mi reino. Soy de un solo reino, y a nadie dejaré entrar. Ni de mi he de salir. Mi reino, mi vida, para vivirla, mi propio dueño. Nunca nada será justo, y yo no he de fomentar ninguna lucha, solo en lo que me quitan o tratarán, como a todos, de quitar. Mi vida la viví yo, con cariño y guardadas zarpas, para quien se me la quiera robar, igual que a todos. Así es mí corazón. El humano nace, y solamente se moldea según nace, querido Sartre. Ni ateo ni religioso, acepté que no conozco, más allá de mi, mí único reino, salido para siempre de una mujer, mi madre. Ese soy yo, Manuel. Como antiguamente me preguntaban: ¿quién eres tú?, yo respondía, Manuel, preguntábanme de nuevo, y quién es Manuel, y respondía otra vez, Manuel soy yo. No hay más, como si deseo decir que soy el universo que se refleja y se absorbe en mis retinas.