394_ Aparece su silueta

         Llevaba dos meses dormido todo el día lleno de polvo y polilla, tenía la chaqueta manchada y estaba con muchas ganas de beber un poco de la copa de nuestra raza, la noche era asombrosamente cínica, hasta parece que hablaba, como diciéndote, hey tranquilo, a la vuelta de la esquina está una doncella, ya puedes, no sé de hablar con ellos, me dijo ella, entonces paré de repente de pensar, y exigí ¡como que no sabes hablar con ellos! ¡con nosotros! ¡¿dices?! ¡no vivo dos siglos para esta broma! ¿quién te dijo de nuestra existencia no o te convirtió o acaso mis ojos ven una muerta? ¡descubrete! siempre en la noche trae a la noche, estaba cogiendo con una concha grillos en la noche, cantando y cantando y cantando y cantando, muchas muchas de lágrimas, te hago aguas besar el mar, malas influencias, desperté y me sonrojé, tenía un cierto atractivo aquella doncella de la falda y sus tacones. Entonces quise pecar y pecar más pecar más y más y más y pecar más y pecar más y pecar más más más decir palabras malas querer deseos malos que sientas el hundimento del cuerpo, encontrar la lujuria, el amor, el desenfreno, la locura, la vida y el éxtasis, y un día y una noche para celebrar, un día hice, de ayer de la mano que coge y se descubre.