Haré de frío el viento, para ver si me miras
todo está repleto de nieve y no sé dónde estás
Baby, ahora quiere una poesía, toc, toc. se oye en la puerta:
- quién llama a la puerta
- soy yo, Baby
- ¿qué dices?, ¡¡¡quién eres!!! ¡¡¡Baby, tú eres un personaje!!!, ¡Dios bendito tengo mucho en lo que pensar!, me digo a mí mismo, porque ahora ¿cómo voy a salvarte?. Hace demasiado que el Diablo nos utiliza a nosotros los Vampiros, para salvar sus pecados, ya sé en demasía, y eso para un Vampiro como yo, es algo que no trae buenos presagios, el hombre viejo y sabio, se pregunta demasiadas cosas, es como un niño, que pasa de puerta en puerta sin avisar. Baby, luego ¿has leído algo de éste libro?. Porque solo así te dejaré pasar, entiende que estea dolido, han llamado mucho ya. Por qué iba a creerla, y permitirme escribir sobre ella, qué diría la gente, qué pensarían. Ya, que no tiene sentido, ni empezar un libro, mencionando otro que ni se editó oficialmente... entonces ¡qué más da que se titulase las 100 vergas, mil o cien mil!. No pienso perder los papeles a estas alturas, de nada. ¿Cuántos cuantos de fotones hacen falta mientras no se abra la puerta?. Todo, menos sobre lo de sexo que podría musitar, mejor cantar en la ducha que escribir, o abrir la puerta, pero siempre lo mismo, hace calor, y el sol se desmantela por toda la faz de la tierra, como una película de mermelada de melocotón... la que siempre le cae a Baby en la cocina, por eso nunca hablo con ella, yo estaba tranquilo, sin saber que decir, ¿y ahora llama por la puerta?, y a mi... ¿qué debería hacer ahora?, si el timbre no funciona, solo el lavabo está disponible, para hacer vergüenzas, que luego nos dan un susto de muerte, pero el baho me deja sin aliento, sin alma, no, cuando se ducha y deja sus vestimentas en los cordeles, recordándome siempre a Baby, que hasta pienso que ha abierto las puertas y se acerca, pero ya nos cogieron muchas veces, y los servicios están chapados. Tecleé dos veces, tres, cuatro y llama Baby, pero no pienso abrirle ni aceptarla, ahora ella también es una Vampira, que trata de alejarse del sol y entrar en mi mente, ese truco es el de siempre, seguramente, está detrás de la puerta siete horas, y sigue pensando que le voy a dar sexo, y no hoy no, Baby siempre llama en el mejor momento, y lo bello se hace feo, y lo feo se torna en bello, así siempre reluce todo, porque no cambió ni de programa, a 2024, solo he visto a siete Licántropos y no quisiera caer tan fácilmente en alguien que se atreve a llamar a mí vera, diciendo que es Baby, como voy a parar de escribir ahora, en siete segundos, y van veintiuno, saliendo al compás la vecina y su vecino también, dando por supuesto que quieren jugar, pero Baby nunca quiere jugar, ella siempre besa por sorpresa, un día me acarició la espalda y fuimos a la cocina, a por mermelada de melocotón, es entonces cuando me doy cuenta del sol, ¡maldita Baby!, oh! traes el sol, yo no te abro con esa voz de incitación, ¿qué van a pensar de ti?, ¿qué hacemos cosas sucias mientras te retrato entre tantas palabras?, he dibujado lo suficiente, ya puedo pintar como Picasso, pero la fama no es buena para los Vampiros como yo, o tendría que inventar mí muerte, para que no percibieran mi juventud, ni los mismos locos, o dementes, por inteligentes que puedan parecer, no comparezcan, y llama Baby, ¿quiero que piensen que es una cualquiera?, yo no abro la puerta, has de saber el tono adecuado en cómo pides las cosas Baby, hoy duermo yo fuera, ya lo sabes, son las doce de la noche, el tren va de camino, pronto me reuniré contigo, y Baby seguro que hace como siempre, hacer felices a quien ella desea, pero no convirtió a nadie aun, mientras trato de descifrar lo que me quiere decir, todo menos entrar, estoy sudando por el calor, hay mil ojos mirando y yo torno la mirada preguntándome, si he visto a alguien conocido hoy, tenga sentido o no, los Vampiros sabemos leer señales del cielo, pero nadie sabe como apartar la plata de las Iglesias. Todo se está tornando demasiado peligroso, y en ésta historia no se sabe nada de lo que no se relata, ¿¡y Baby se atreve a llamar a la puerta!?, solo he visto a siete Licántropos en mí vida, y no es lo más adecuado, ni para ellos, ni para nosotros, si sale el sol no se le quema la piel, pero la noche la conocemos mejor los vampiros, y "Baby" llama a la puerta, todo ésto huele a ajo, así que mejor no oler. ¡¡Maldita sea!!, y si es un Licántropo, entonces, si abro la puerta sabré lo que nos espera, si acepto el reto, lucharemos hasta que uno perezca, luego mejor ceñirse al Código de los Vampiros, ese que mantenemos de boca en boca, si algún eterno es que ha pasado la vida mirándote, y cuatro prendas interiores en patio del interior, ¿no le llegarán a ese licántropo?, caperucita roja ya está escrito, y ahora sí sudo de verdad. ¿Quién desea retar a nadie ahora?, el viejo Código de los Vampiros sale por la ventana en llamas y despista su olor, no bastarán cuatro prendas interiores, para que ¡¡¡Baby llama a la puerta!!!, no debo moverme en absoluto, debo quedar inmovil, mas si pasasen dos siglos permanecería sentado sin mover un silbido de viento, pues la apuesta es tan dura, los Licántropos no se acongojan, y retan demasiado, todo está bastante equilibrado, pero basta llamar a la puerta en nombre de Baby, no es sexo lo que busca, dime entonces esa poesía y salve yo mí vida, pues alma no la tenemos, ni tú ni yo, viejo Licántropo, me apresuro a coger el ordenador, pongo música, no puede fallar nada, pongo los cascos, así pensará que soy uno más, y pasará de puerta, de un modo u otro, la eternidad bebe de los primeros orígenes, ¿cuándo no nos acordamos entonces que un día nosotros fuimos como ellos?, ¿o acaso no somos hermanos con destino a matarnos?. Esta guerra no es mía, siempre retan fácilmente, nosotros hacemos distintas las cosas, eso no tiene que ser cierto, aunque si nos mostrásemos en presencia, solo pueda quedar uno, ¿no es lo que queremos todos?, un día leí en un libro embrujado que todo lo había leído en un libro, y que en ese pasaje me acordaba de ella, de Baby, por eso le dije que marchara, ¿quién llama ahora, que ella está a salvo, es un Licántropo a la puerta?. Baby se marchó en el Expreso de media noche, ella y yo sabíamos del peligro, malditas copas a rebosar de sangre, ¡esos perr* nunca aprenden!, ¡¡¡no quiero jugarme los días que me quedan!!!, ahora quieto, ¡por Dios!, todo huele a ajo, en la cocina, ¡¡maldito!!, espera, traga saliva, ella debe estar llegando, yo no debo desprender una gota de sudor que delate mi miedo, solo el calor, soportar, con las ventanas bajadas, cuatro piezas de encaje de buena costura de ropa interior, demasiado cara, espera, no muevo la mandíbula, aprieto los dientes, creo que el Licántropo subirá, no quisiera perturbar mí silencio, ahora música, creo que voy parando la penitencia, creo que seguiré, hoy un mero hecho, me ha hecho subrayar, dos palabras en el Código de los Vampiros, está ultrajado, creo que marcha, comió el anzuelo, parece que leo y escribo, es la única verdad a la que me puedo atañir, de la que puedo estar seguro, y poner la mano en el fuego, quema, fuera, arde el Código de los Vampiros por la ventana... si fuese un Licántropo ya habría entrado. Pero subió las escaleras. ¡¡Maldita sea, joder!!, pero conoce a Baby. No sé, me acabo de quedar perplejo, el Código de los Vampiros ardiendo por la ventana, hacía tiempo, muchos siglos que no sudaba como hoy, ¡¡¡joder!!! faltan solo unos minutos, ¡como siempre!. ¡Joder, maldito L********! espera a que llegue la noche, estoy sediento, siempre nos toca a nosotros comportarnos, ¡¡jodido!!, miro al cielo, a la luna, lloro, faltó poco, y conocen a Baby, lloré durante siete siglos... ¿para qué Baby?, he de pensar en ella, ¡¡joder, ya tendrías que haber llegado!!, ¡¡El tren viene de vuelta!!, Baby, ¿No es así?... ¿Cómo nos abríamos la puerta...?, ¿recuerdas?... la de la habitación donde nos embriagábamos de locura y desenfreno, respiro con fuerza, pero ni una acción que me delate, miro la tele, cambio de cadena, si fuese Baby ya habría abierto, me asusto más, ¡¡¡mierda, joder!!!, ¡¡marcha ya puto perro!!. Una espada brilló en la calle, hoy no es carnavales, jamás he visto un disfraz así, puede ser que sea, pero el miedo me impide vocalizar una sola palabra, o mover un simple dedo más, todo calculado, todo en la presión y fuerza medida, movimientos humanos calculados, ellos no tienen sentimientos, matan Humanos y Vampiros, y pueden vagar por el sol y el calor, ¿siete?, es hablar tan alto que tomó el Código de los Vampiros y lo lanzo por la ventana, una espada brilla con un cuanto de fotones, que no dilatan mis ojos más de un inadvertido milímetro que los de un humano, no tendría por que haber sangre hoy, quizá es otra historia, pero lancé el jodido Código de los Vampiros por la ventana, ardió, casi me quedo ciego, pero no, luego esa espada no iba a mi muerte, quizá a ese Licántropo le espere otra historia, a mi no, esa espada no me señaló ni advirtió, y si se percató del fuego de las hojas ardiendo por el viento caluroso y tedioso, casi quiero llorar, pensé que estaba muerto, Baby, ¿llegaste ya?. ¡Por Dios!, no puedo esperar así, así no, tenías que irte, la muerte ronda, y por mí cuello, ¡malditos todos los espejos!... grité y rompieron todos, me acerqué a lavabo, moje la cara, quemaron algo las lágrimas, no puedo decir nada, es un peligro que tenía que asumir, llevarla hasta el tren, ¿quién se había dado cuenta?, no soy un novato, ¡¡no la convertí para nada por Dios!!, no puedes estar aquí, en éste mundo, no hay salvación, o quedarán ellos y los Humanos, o nosotros, pero Baby, solo quiero saber que Baby está bien, es muy niña, una cría de Vampiresa por así decirlo, no sé si hice bien, pero solo a ella, puedo hacerla feliz, por eso la convertí, y los p*****, ¡¿lo saben?!. No puedo preguntar más, ni decir nada, me asaltan las dudas y la angustia, rezar es hablar, rezar es notar una gota de sudor en la garganta y gritar, mientras las hojas arden por la ventana separadas, convirtiéndose en ceniza, oh! Gran Ave Fénix Tú, que cantaste cuando el Grandísimo fue Bautizado... Somos un baúl de recuerdos, nada sé de nada, no me hace falta mirar a afuera, para saber que un simple libro ardió desde un cuarto piso, donde cuelgan cuatro misteriosas prendas de interior, de papel de dinero, en unos cordeles, ajenos a todo ésto, ya he perdido el hábito de rezar. Pero hoy rezó un Vampiro, cuatro gestos, y empalidecí, espero la noche enojado, hoy nadie que conozca a Baby convertirá a nadie, lo sé, hoy solo habrá muerte, nada más, y wuizá pueda juntarme con algunos, y un Licántropo menos, pero tengo que esperar a la noche, a ellos les da igual, si se pudren, si le abrimos el estómago, o si los atamos a un arbol en forma de cruz, escondido entre las hojas como un perro, nadie lo sabe, así nos avisamos entre nosotros los Vampiros, Baby, creo que fue correcto que procuraremos tu desaparición, a donde nadie nunca ha estado, si al final eras tú, todo ha salido bien, ha venido, o seguirá en tren otra noche más, hoy Baby quiere que le cante una poesía y no es para menos, pero ella tendrá que inventarla, ya marchó el peligro, Baby, por Dios... Cómo me das estos sustos, aun debe pasar más tiempo, eres una niña Vampira, por decirlo de algún modo, pero hay tantas cosas que aun tengo que revelarte... mañana sigue en el Expreso de Media Noche, sabes como divertirte, y no vuelvas, ha sido peligroso... hoy no saldremos de noche y hablaremos, por la mañana, encubierta, volverás al tren, yo no puedo escribir un libro de sexo, es a la única que sé hacer feliz, ¡sálvate!, ¡¡hay mil en los vagones!!. Ya sucedió todo, oh! Baby, ¡qué temeraria eres!, sí, a ti sí te puedo hacer feliz, ¿lo has pasado bien?, a mi solo me quedan dos segundos de vida, y si oigo tu voz Baby, en la puerta, ahora sí serás tú, sé que volverías, pero ahora ya hemos hecho todo, escondidos de los ojos de Dios, nuestros pecados Baby, solo los nuestros solo los sabemos tú y yo, ésta noche, te abrazarás a mi, verás lo rápido que llegas al tren, pero recuerda Baby, siempre debes volver a los vagones, no llores, a ti sé hacerte feliz. Ahora mírame, ¡soy yo Baby!, ¿eres tú?, yo lo sabré, lo sabes, ¿verdad?. Tienes que marchar, pronto vendrá el sol, yo te llevaré al Expreso de Media noche, allí estarás bien, tú sabes todos mis pecados, tranquila, volveré, ya sé que ahora lo sabes, tranquila, fue una maravillosa noche, hacía siglos que no sentía tanto amor, gracias Baby, el tren se acerca, ya estás preparada, nos vemos en la otra esquina tal y como lo hablamos hoy. Tranquila, ¿qué joven vampira? tan temerosa y tenebrosa... Oh! sí, a ti siempre sé hacerte feliz, toca los raíles, aprendes pronto, cuatro quilómetros y medio, en nada llega el tren, y has de subir, ya puedes ir sola, recuerda lo que nos dijimos, oh... Baby. Pero has de saber cómo mirarme para saber que ya eres tú, tranquila, lo aprenderás rápido, Baby aprende muy rápido. Ahora vuelve, debes marchar de nuevo, he elegido el mejor viaje para ti Baby, tranquila, aprenderás que la noche está siempre cerca de ti, para llegar, esa es nuestra señal natural, hay una unión que jamás se podrá destruir, eterna viaja por las noches, siempre Baby, mañana te escribiré otra vez. Ya estoy solo, y sé profundamente que solo a ella, la sé hacer feliz, lucharemos para que sea para siempre, me cae una lágrima de los ojos, Baby está bien, he prepararme, llega la noche, entonces es la hora de viajar, ahora Baby ya lo sabes, aprendes pronto, puedes divertirte, ¿a qué esperas?, Baby, ahora sí, eres, tú; entra... está al lado, noto sus manos en la puerta, la has calentado ya de más, cuidado con la fuerza, hay que medirla, pero aprenderás, aprendes tan rápido Baby...
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