Todo resplandece en la odisea al alcazar la felicidad
Hace siglos, que te busco, solo te puedo imaginar, como una musa fantasiosa
Todo corazón, necesita completarse, con su alma gemela. En mi caso, esa musa de los cuentos de hadas
Quizá pudiese solo no encontrarte, mas no sería decaer en las sombrías penumbras, porque tú, mi capricho, mi mayor anhelo y deseo, mi meta inalcanzable, me otorgas serenidad, aun, simplemente en la mera idea de ti
Pero soy tan peculiar, y al igual que merma la posibilidad de poder acariciarte, realmente un día, o una noche, pero a ti, solo a ti, mi fantasiosa hada de mis sueños, en lo más etéreo y sublime. Porque en todas te veo tu reflejo
Como el ave Fénix, puedo resujir, con, mi tu idea, de que en un lugar recóndito del mundo, existes de modo veraz y real
Y quizá sí nos encontrásemos, dulce, sutil, asombrosa, vehemencia y sosiego, braveza y calma... única dama de mis deseos más sinceros
Quizá si nos conociéramos en este mundo, en una remota posibilidad, todo sucumbiría, y yo caería en la cruda realidad, del muro que distancia las ideas de lo real
Pero mantengo nuestra llama viva, y sabes, que en todas, solo a ti te busco, siempre, eres la misma, en todas siempre eres tú; perdona y disculpa mi ligereza... tú, mi musa, la de los fantasiosos cuentos de hadas
Quizá deba afrontar encontrarte, y con valor luchar, en la difícil realidad, y abandonar tu etérea y siempre perfectamente perfecta, tú mi idea
Pero contradictoriamente, un día, gracias a tu misma idílica idea, me dará valor y fuerza, para encontrarte, y en consecuencia olvidarte. Y tenernos de verdad, y que se desvanezcan de por sí, todos los sueños, que aun me atan y aprisionan, a ti...
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