No son tiempos de amor, mi amor.
Perdona, si tropiezo, hoy sin ti.
Dame alas, y volaré siempre, aunque hoy peque, más de la cuenta.
Necesito un lugar, dónde refugiarme hoy.
Por la noche volveré, pero con mis penas, ahogadas, y que solo tú, sabes curarlas.
Siquiera despertar junto a tu lado, siquiera darte esos besos, disculpa, si hoy tengo el corazón lastimado.
En una miscelánea que solo tú comprendes, y tus faldas, paraguas del refugio de mis pesares hoy, que no puedo dejar que me veas, ahora.
Llegaré de nuevo, perdona si fallé a tus besos, estoy apocado, y tan lleno de injusticias.
Pienso en regresar, y siento, que no me mereces, y me pregunto por qué siempre me eliges, si siempre me juego todo a la suerte.
Soy vértice del abismo siempre, y tú, decides darme tus besos más etéreos y profundos, que valen más que mil y un diamantes, que nunca te regalo, jugando esta dura noche mi suerte de nuevo, y sabes que siempre regreso a ti, aunque sea perdido y herido.
Por qué decides sanar siempre éste pobre corazón, que no entiende de amor, sino es por ti.
Incógnita, con la que, siempre me atas, a la vida. Porque sino, ¿qué sentido tendría el mundo?.
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