Más vale un demente y una botella de cerveza. Que un violador, un pederasta o pedófilo (como gusten llamar, no me meto en etimología), un ladrón que roba a ladrones (pues aprenden y extienden su oficio), un hipócrita, un pedante o vanidoso o presuntuoso (es lo o mismo), una mujer que quiere arrimar el hombro al poder y al dinero y desconoce del amor, un rico ambicioso, toda gente mala y que dan ejemplo y prodigan el mal (resumiendo). Más vale una botella en boca de un demente pero con moral, pues tenemos moral. Sí, los dementes tenemos moral también, buena y mala, solo falta una balanza y no se encuentra en el cielo o en el infierno, no lo sé (Agnóstico). Tampoco creo que se encuentre en el mundo (o la justicia legal, ni en la humana siquiera, somos injustos por naturaleza), aunque no lo sé, pero existe gente, muy poca, pero honrada, eso sí lo sé. Y la honradez no se adquiere ni se quita con la demencia, no están relacionadas. Nada más. El pecado supremo, así grosso modo: la envidia. Sinceramente firme como pienso y opino. Más vale un demente con su botella, que no sé si bien, pero ningún mal, hace, ni desea a nadie.
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