Veo mi vida bien, y la acepto, pero ser bohemio, significa en mi vida, tener que ser de acero, respirar profundo, y mirar al mundo por igual allí y ser valiente, ni más yo, ni menos, y hacer un muro, para no sufrir, quiero mi vida así. Y es duro, pero tengo que ser fuerte, no quiero "vino en la comida". Ya hice mucho pensando en nada y me aterrorizaba yo a mi mismo. Y querer de verdad es dejar ser, y aprenderé a querer yo también sin toxicidad. Empiezo ya. A no tener miedo, de como soy. Duele, pero más duele, vivir en las sombras del miedo. He decidido, a no vivir en una cárcel toda mi vida. Empiezo a decidir sin miedo, dónde está el gran sufrimiento. ¿Por ésto?, Miniedades, complejos mal aprendidos, la torre Eiffel del relativismo bien visto, como dos críos. ¿Y?. ¿Estos cuentos de un millón de por unos besos con lengua me daban miedo?. Chorradas, son como niños. Ruído, mucho Ruído para nada. Y todos se alteraban, por un jadeo de cansancio, de un millón de dólares. ¿Por?. Ruído como si viesen un avión por primera vez. Yo decido. Desde Carou, ¡desde Carou aguantando!. Se acabó todo lo apoteósico. Menudos revueltos por, nada. Y todo queda limpio sin tanto alboroto y transcendencia. Fin.
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