Fan de las historias de Vampiros, e intento inventar las mías, algo es algo, como fan me divierte. Jugando a escribir, me lo tomo así, como jugar a escribir, otra afición más. Con mis limitaciones evidentes.
Título -Los ojos del infierno-
Tuve un sueño espantoso, donde se revelaban ante mi, de modo onírico, secretos de los de los vampiros.
Ante un sueño que no pasó inadvertido, todo lo contrario, mi asombro ante que ciertas cosas del sueño hablaban de un Vampiro Mayor, comúnmente conocido por sus grandes hazañas y poderes, como Drácula.
Pero los sueños iban más allá, no era el único poderoso, había alguien Mayor, que lo había Creado, y no era Satanás, pero sí podía hacerle sombra, al Mismísimo Drácula, aún así tenían un Pacto de Convivencia entre ellos, y las aguas estaban calmadas en la Oscuridad, sus Demonios, y otros Seres, inadvertidos para la Historia de la Humanidad.
Claro que existía un Código de los Vampiros de existencia curiosamente, anterior a los humanos, antiguamente los Primitivos Vampiros, subyugaban el cuello de ciervos, gacelas, eran depredadores con aliados como los lobos y otros seres mundanos y otros pertenecientes a la Noche Oscura del rito Depredador, he de decir que el Código que todos debían respetar, y Drácula también, acompañando siempre su amenaza y miedo al Sol “sal a cazar en las noches más silenciosas que puedas sentir en tu esencia”, el Código de los Vampiros, tenía tantas alusiones, leyes, y millones de siglos de existencia, “los humanos vendrán, y aprenderán las letras y la razón lógica, y el vocabulario de las palabras para desarrollar su realidad, será un nuevo inocente para nuestra especie, del que debemos saciarnos, siempre evitando su posible conversión a nuestra especie, salvo los Juramentos que serán Acatados, por la Eternidad que nos Protege”, sí, ciertas leyes Sagradas para ellos y demás Seres de la Noche, Demonios Menores, no precisamente por su poder, sí algunos, y otros que tenían Prohibido usar todos sus métodos Vampíricos, Oscuros o Demoníacos, en todo su esplendor, había que guardar cierto equilibrio en este mundo descomunal, sangriento, y de “una moral agresivamente intrínseca a sus colmillos”. Injusta humanamente, pero se escondían, precisamente a nosotros, en éstas historias, que nadie creía hoy en día, curiosamente, ese había sido un gran logro, de éste conjunto Cruel ya en su Naturaleza, de Seres de la Noche.
Precisamente el sueño se refería a un Vampiro Mayor con cierto respeto y sentido de la moralidad, pero Vampiro y sujeto al Código Ancestral de los Vampiros, inquebrantable, y éste peculiar Vampiro “de moral entre los Vampiros”, gozaba de ciertos respetos, no poseía el poder de Drácula, pero no rifaba en sus disputas, y tenía muchos aliados cuando se pronunciaba en decisiones, meramente dando su opinión, de cómo actuar, y no pudiendo opinar, sobre todo lo que Él anhelase y desease, pero abrió una brecha, abrió bandos, al conseguir aliados, que lo apoyaban, y esa fue la condena del Vampiro de los Ojos Azules, transparentes como el mar, que se me presentó en sueños, el Código, condenaba, los bandos o ciertos aliados, ¡claro que los había!, por decirlo de modo entendible, Clanes de Vampiros, pero una guerra entre Clanes, estaba muy condicionada en su desarrollo o posible amenaza por el Código Sagrado de la Oscuridad, “da igual si buscas o logras aliados, por salvaguarda de nuestra ya de por sí, agresiva especie, debemos, respetar los Clanes, cualquier desequilibrio posible aún en lo más mínimo, ha de ser erradicado, conjuntamente, de cualquier modo, el preferible castigo, en el Condenado ha de ser atado como el Desterrado , y despojado de toda fuerza sobrenatural, hasta que con el amanecer del siguiente día, el Sol arda y consuma su Eternidad, fuese quién fuese, el Incitador o No, simplemente, la Amenaza, las guerras, han de ser Cumplidas También, acordémonos de nuestro pacto con los lobos terrenales”.
Yo no daba crédito, el Vampiro de los Ojos como el Mar, se me había presentado en sueños, y yo había accedido al mismo Código de los Vampiros, después del fantasmagórico sueño, claramente leyéndolo desde una perspectiva ya muy diferente, percatándome conscientemente del peligro que me acechaba, cerré el Código Ancestral de los Vampiros y marché a la huida, debía desaparecer, ¡Dios Bendito!. Exclamé en la biblioteca, de esas letras llenas de polvo sobre libros que descansan durante siglos, ¡Dios Bendito!, ¡en dónde me había o habían metido!, da igual, cómo burlar la muerte ahora, leí lo necesario para poder buscar alguna norma y/o fórmula redentora, en el Código de los Vampiros, y huí, la muerte estaba cerca, ¡maldito Vampiro de los ojos como el reflejo del Mar!, me había jugado su propia Condena.
Y como siempre todo se soluciona en éstas historias, alcancé mi redención, claramente como no, de un modo especial, merodeé moteles, conocí Vampiresas, nunca mencioné el nombre del Vampiro de Ojos Azules, había leído lo suficiente, para que de algún yo podiese ser convertido, en acuerdo con el Código Ancestral Prohibido para los humanos.
Fueron etapas duras, rodeado de ajos para evitar mi presencia, espejos por todos los moteles que visitaba, vagando y escapando, e intentando ser convertido, la primera Vampiresa, a la que le arrebaté el corazón, me convirtió, y la destruí poco después, había tenido que coaccionar, engañar, seducir, quebrantar su amor, sabía que debía matarla, sigilosamente, como una reyerta, de Vampiros de Moteles, todos eses suburbios donde viven los Vampiros y Vampiresas más vulnerables, mis presas para hacerme con más poder, ¡Dios sabe todo lo que tuve que hacer!, fui subiendo, y alzando Mi Espada de Convertido, me torné por imposición en cruel e inmoral, contradiciendo mi raíz natural de humanidad, pero mi corazón era bueno, luchaba por mi vida, y cuanto menos supiese del Vampiro Ojos de Mar, era la mejor noticia, pero Él me había elegido para redimirse su propia Culpa, un "sucio juego donde yo era la víctima", y yo no estaba preparado para un enfrentamiento, es más, estaba a siglos de ello.
En la más soledad de las soledades, transcurre mi vida, oculto, huyendo, perseguido, no sé cuando me llegará la muerte, salvo mis días desde hace muy poco, siete décadas oculto como Vampiro de Motel, ya tengo más poder, pero siguen los sueños, que trato de utilizar a mi favor, o Yo o Él, por ahora siempre es Él, solo consigo burlarlo con mil telas de araña, e inventando donde nunca estoy o estoy, me rastrea por los sueños, pero voy aprendiendo, lo más duro pasó, pero necesito mucho tiempo para lograr una lucha digna, ese inevitable futuro enfrentamiento, que me atormenta el corazón, y ya asumidos los lloros de las crueldades que debo cumplir, siendo ya, según el Código de los Vampiros, un Vampiro Maldito, que se esconde como Vampiro de Moteles, en los suburbios Vampirescos, fáciles Vampiresas y Vampiros, sé que Dios sabe que a pesar de todos los sacrilegios que he tenido que cometer para mí protección, le pediré, valor, en ese enfrentamiento, casi rotundamente, donde me dará muerte, el Vampiro de los Ojos del Mar, más mientras gozo, de ésta Eternidad arrebata a los mismos Vampiros, me haré lo fuerte que pueda, quizá ahora necesite la Ayuda de Algún Ser Demoníaco, puedo, ahora tengo un rango perseguido, pero con cierto poder, no todo el que desease, a todas éstas décadas, soy un Vampiro Maldito, he contactar con algún Ser Demoníaco, o mi vida, sabe Dios, que corre peligro, y por ahora evito el contacto con Drácula, pues sería su voluntad, protegerme, o destruirme a su propia merced como a un ciervo dándole muerte, a sabiendas de que el Vampiro de ojos Azules, no es de su agrado, pero esa sería la última alternativa, necesito más conjuros, más sed de sangre, ésto, es superveniencia por el mero hecho de sobrevivir, todo es válido para ello y todo lo justifica, necesito dormir menos, ¡Dios, Clemencia!, grita mi corazón, mientras en el absoluto silencio, me preparo, Dios sabe que yo no elegí ésto, otórgarme Perdón y Paz, y sino, Valor para esa Lucha, inevitable lucha futura con el Vampiro de los Ojos Azules. Ohhh!! te lo suplico, así sea tu Voluntad, y yo lucho mientras con lo aprendido, no he de ir en vano a esa sangrienta lucha, neseciso colaboración de Algún Ser Demoníaco, pero lo Dios sabe, no me sacio de reclamarlo, que mi corazón es humano, todavía en el fondo...
La Suerte no está conmigo, he de sudarla y sufrirla, mientras tenga vida eterna, aunque muy amezada, mientras lata ésta sangre por mi corazón, que arrebato a los Vampiros en Moteles, Suburbios, presas fáciles para mí ahora, y que me da poder. He de subir, un Vampiro Maldito es temible, pero para nada suficiente. ¡Dios acompaña, a este pobre corazón que lucha por su vida!. ¡Facilite el Sumo Creador, mi Suerte!. Amén.
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