196_ para mí lo más importante que escribí en toda mi vida, si lo cumplo. Duerme y vive tranquilo, si no lo ves como imposición, hasta es un privilegio, sabes la reacción de tus comportamientos, somos diferentes, no aceptes imposición, respeta las leyes, y créeme, puede ser hasta un privilegio. Juega con la normalidad, no la sientas como imposición.

Resumiendo, a los que sufrimos algún tipo de demencia, perdónenme mis padres, los adoro pero quiero explicar ésto a todos los que sufren algún tipo de demencia, no digo que lo hagan, digo que valoren hasta donde vale la pena luchar por ser normal, pensarlo valorarlo, jugar con ello, sin escrúpulos, cuando alguien decide querer o ser comprendido y cuando alguien quiere disfrutar de su demencia, no interpretar que ser normal es una imposición, sé que eso resulta tortuoso para nosotros, que lloren los padres y las madres, hoy es el día del Demente, ellos ya tienen muchas herramientas mentales para superarlo, nosotros ya estamos condenados, y por ello decidamos siempre desde la voluntad, y respetando las leyes, cuando nosotros deseamos ser comprendidos, y cuando deseamos disfrutar de nuestra capacidad de la demencia, siempre evitando la imposición, que nos puede llegar a torturar hasta límites que la normalidad nunca jamás entenderá a día de hoy, y creo, que por mucho tiempo. Ahora contaré una metáfora, estuve seis meses viendo una gota de sangre pegada al suelo, supongo de alguna herida que me haría, es normal que me haga heridas y la gente me pregunte cómo te hiciste eso, y yo no sepa responder, y hacerme caso, ni me importa y si le importa a quien pregunta, me importa a mí casi hasta que me entra la risa, retomando, durante seis meses estuve viendo una gota de sangre, repito sobre alguna herida que me hice, pero el caso es que sufría y sufría de tal manera, que era incapaz de pasar, un puñetero trapo mojado por encima de ella, durante mes y medio estuve perturbado por esa gota de sangre, coagulada encima del suelo, las moscas ya merodeaban, por las noches le rezaba a Dios que por favor me dejase dormir, pidiendo olvidar esa gota del suelo, tenía pesadillas, no daba dormido conciliado el sueño, era incapaz de cerrar los ojos, y tanto era el sufrimiento que albergaba que era incapaz de frotar un simple pañuelo para borrar esa gota de sangre coagulada en el suelo, durante un mes permanecí así, torturándome, buscando la salvación, buscando una normalidad, buscando simplemente un poco de paz y sosiego, pero tanto sufría, tanto era el dolor, tanta era la incapacidad por el sumo sufrimiento al que me sometía, al ver esa gota de sangre en el suelo llena de insectos ya, que tardé tres meses en poder limpiarla, y sí la limpié, curiosamente un día desenfrenado de drogas, caballo, coca, tripis, porros... todas las drogas, y no sé cómo hice y una coincidencia, vomité asquerosamente, y curiosamente, encima de la gota de sangre, fue una casualidad, no lo advertí como llegado del cielo, ni iluminación, ni nada parecido, pero curiosamente el vómito me fue más fácil de limpiar, y el vómito curiosamente había caído encima de la dichosa y asquerosa gota de sangre, coagulada en el suelo, que me había atormentado durante meses y meses,  días y días, y me había perturbado el sueño durante meses y días y días, no pretendo que me comprenda nadie, simplemente una coincidencia... ¡hombre! yo no suelo decir benditas las coincidencias, son coincidencias simplemente, pero me vino bien para limpiar la gota de sangre y hallar un poco, ya no de paz, simplemente algo de normalidad, no trato en absoluto de que me entienda nadie, y creo que es decisión firme que me veo libre de expresar lo que quiera, y lo que desee, sin y no debajo siempre, de la imposición de intentar ser normal, poco me importa eso para mí felicidad, cumplir las leyes, y allá que interpreten lo que quieran, la locura es muy difícil interpretar, nosotros la podemos sentir... y como hoy quiero dormir tranquilo, no quiero extender mucho más esta metáfora digamos, y quiero dormir y soñar en un mundo donde todo está repleto de sangre, hasta que solo unos pocos nos atreveremos hacer gorgoritos con ella, y así dormiré feliz, eso es una realidad, y fuera de toda imposición que nos obliga y por consecuencia nos tortura a obligarnos a ser normales, os digo, juguemos con nuestra demencia, es un privilegio, y juguemos cuando queremos ser entendidos, o cuando sabemos lo que interpretarán cuando decimos ésto o lo otro, pero nosotros decidimos... buenas noches, yo y para relajarme, soñaré, que Dios ha decidido que llueve y llueverá tanta sangre del cielo, mezclada con vísceras, y sé que sí, así dormiré tranquilo, importándome poco ya si es comprensible, o tan simple, como simplemente dormir como yo quiero.

Nota: los psiquiatras saben, pero desde la normalidad, y pueden ser muy crueles con los medicamentos, tengo una gran "colección de esos profesionales" que lo avala. Saben, no sienten.