Llevaba dos siglos viviendo de la sangre, sin encontrar a nadie, solo en la oscuridad, mirando la luna, mirando las estrellas, todo era vacío, todo era absoluto vacío, nada tenía sentido más que sobrevivir, era lo único que me impulsaba a seguir viviendo, sobrevivir, beber sangre, sobrevivir, transcurrían los siglos como dioses sudando, siempre era lo mismo, no había más que decir, nadie sabía responder nada de lo que alguien que no fuera de mí especie, pudiera responder, de hecho nuestra especie no era precisamente científica, pero se adaptaba a la humanidad con el paso de los tiempos, pasando desapercibida y viviendo en el papel de los libros, como algo inverosímil, fantasioso, que no existía, oscuro, etc. Pero todas esas historias en realidad tenían algo de verdad, permanecimos ocultos durante siglos y siglos y siglos, siempre a la intemperie de la noche, siempre en el silencio, en la soledad, en el maldecir nuestra naturaleza, en mi caso no habría encontrado compañera, porque sino fuese alguien como tú, por eso precisamente decidí complacerte a ti, entonces ella, a la única a la que le otorgué oportunidad de decidir entre el silencio eterno o la vida eterna, y tú dijiste quiero ser como tú, y yo te habría hecho, y te hice como yo, porque eres la única a la que en dos siglos o tres o cuatro, nos olvidamos del tiempo, siempre, siempre es lo mismo, el mismo círculo, pero quizá en todo el tiempo que llevo en esta especie, joven para unos y mayor para otros, a todos nos pasa lo mismo en esta maldita especie, que vive en el papel como algo fantasioso, onírico, e incluso hasta sexual, pero quizá solo tu doncella, solo tú, esa entonces ella, es a la única a la que doy complacido, solo por eso, decidí darte a elegir, no porque tú supieras complacerme, sino porque eres la única mujer, a la que en toda mi existencia sé cómo complacer. Y nos perdimos en la oscuridad en un bosque tenebroso, ahora sí repletos de felicidad, con un final sin final, quizá sí en el papel, pero no en la realidad, eternamente perdidos, solos tú y yo, por siempre.
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