3500 d.c
Se vivía en la sombra que era tenebrosa como los árboles, cuando alzaban su vuelo hasta la copa más alta buscando el sol, el tiempo se había vuelto a bruto y tosco para los humanos, y las infraestructuras habían mejorado, todos se había robustecido, ante un tiempo totalmente inhóspito, nocivo, contaminado. Ante este escenario no pude no pensar, que los anteriores humanos no habían cuidado bien el planeta, y nos habían dejado unas condiciones, donde teníamos muchas bajas, muchas bajas humanas, el tiempo era incontrolable, el mar se alzaba, el viento azuzaba tan fuerte que arrancaba árboles, todos tenían miedo y en la intemperie, buscamos rapidez de infraestructuras, todo con lo que defendernos, fuertes como los antiguos castillos de la historia, no había libros en esta etapa de la vida del hombre del futuro, lo que contaba era la supervivencia, entre los pocos restos que se podrían encontrar y fortalecer, un poco más el sitio donde duermes, y tienes plantadas tres cosas, porque si no hay agua, ya murieron, hay otros ahí por favor, mañana saldré otra vez a merodear, tiene que haber más como yo. No soy un vampiro, sé de historias de vampiros, solo puedo contar como de mil en mil palabras, por ahora subo, lo busco con rapidez, solo hay siete como yo, nada más, nadie por ahora convirtió a nadie, ésta es la realidad de los vampiros, no hay otra, la iglesia siempre está allí, poco a poco iré al año, toda esta historia de desvelará y por qué tengo un libro de Drácula, verdadera derecha, en la mano derecha, y la izquierda la iglesia, sino los dos aquí, empieza la historia... Hoy salgo de la habitación cerrada, a la derecha el baño mi doncella vampira.
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