414_ el pasado, de lo que vemos diferente, y en lo que decidimos perdonarnos ya como adultos. Lo mío, Todo Consecuencias De Una Decisión a los Quince Años. Veo a los jóvenes de esa edad tan vulnerables, no le deseo a nadie eso, con una mirada casi paternal, ahora podrían ser mis hijos, tengo 44 años. Ya se asimiló todo.

    Nuestro pasado individual como humanos, se aprecia desde una retrospectiva diferente, con lo que se pudiese aprender hasta el presente actual, sí, el mismo pasado, se analiza de forma diferente, según pasan los años y se aprenden nuevas cosas en el presente. Pues, el pasado es inmóvil como una estatua de cinco toneladas, pero a medida que aprendemos en la vida, la apreciaremos con distintos ojos. Ésta es mí experiencia sobre el pasado en su contexto. No quedó nada anclado desde el presente en mí pasado, porque mí presente, cada vez con más experiencia, aprecia esa estatua inmóvil, con unos ojos diferentes bajo la experiencia de la vida. No hay cicatrices ante grandes errores, muchas se caen solas al entender el contexto y podemos perdonarnos, con ello o sin olvidarlo, no tiene sentido el no hacerlo, el perdonarnos, y otras cosas, simplemente las comprendemos en el presente, de otro modo. El pasado, es inamovible, pero en mí, no tiene sentido arrastrarlo por la vida, lo aprecio de modo diferente, soy comprensible, me alegro de los buenos recuerdos, y las malas experiencias, vistas en su contexto, podemos perdonárnolas fácilmente, yo fui muy niño cuando cometí muchos errores, demasiado niño para elegir adecuadamente, ahora asumo, que si literalmente andamos hacia adelante, yo en mi vida hago igual, y si tropiezo, me levanto y sigo mí camino. Lo que he decidido, es no anclarme por mucho que pesen algunas estatuas, sería contraproducente, no llevo mochilas de cargas del pasado, me digo, ¿por qué hice aquello?, me pregunto también, ¿lo haría ahora?, cuán niño era cuando lo hice, 15 años, una decisión que me trajo, y a los míos también mil tragedias, para mí por poner un ejemplo: toma de psicofármacos de por vida y una enfermedad mental crónica entre muchas más cosas, y esa decisión, fue el desencadenante de todo. Ya,  ¿qué puedo hacer ahora con 44? me perdono, Todo Consecuencias De Una Decisión a los Quince Años ese fue el detonante, observo a los jóvenes de esa edad, qué vulnerables son, casi los veo con ojos paternales, son niños, podría ser su padre... y decido finalmente: voy siempre hacia adelante, y si tropiezo, me levanto.