465_ una frase

      Siempre escondido en laberintos de la mente, hasta la profundidad en donde perdí la respiración. Son mis infiernos, que me atormentan, me paralizan, ya me abandonaron las palabras, ese don de escribir lo que quiero cuando deseo. Quizá alguna escueta frase algo agraciada para el arte, poco más, trato de recomenzar, y la ilusión me traiciona, pero me nutro de su energía, para hacer, decidir, y ser fuerte de verdad, en mil demonios más que habitan en la realidad. No soy culpable de nacer, moriré como todos, y he decidido, en qué deseo ocupar mis horas. La vida si milagro o nacer "siempre en contra para superar". ¡Encontré la salida!, sígueme, es un atajo del laberinto, siga el lector por este sendero, llegaremos más rápido que la luz que destellan sus ojos verdes, que al mirarlos tiemblo, y se hace el silencio, de las horas muertas, que nunca logramos engañar, y cómo afrontar cada demonio, os podría ofrecer una frase, si así os calmo, y también a paz en mi ansiedad, por retocar las palabras, cuando antes las sentía dentro de mí, florecer mil flores, cuando solo una, solo una llega para encontrar la salida de cualquier laberinto o tiniebla. ¿Ves ahora?, ahora sabes cómo me despido, llorando, de cuando no era, y nunca llegaré  ser, aunque note dos latidos de tu corazón en el mío. Vives aquí, en estas letras, alejada del mundo, y aquí estoy yo siempre, también siempre, más que mi mitad de un segundo ardiendo de mi vida. O te olvido, o no puedo hablarte más, por algún destello artístico que se pueda hallar en estas letras, no cabe, ella siempre merece más. ¡Me acostumbre yo a los laberintos! para no saber, ni vean mis ojos nunca, lo que escribo, rompiendo  normas de narración, porque sí. ¿Ves que eres siempre la misma imagen antes de que me despida?, ¿dije algo en este breve texto?, iba a dar una frase, pero la daré y regalaré en forma de despedida, saldré, como siempre tan repelente e irritado, como me perciben, como perciben al que está en lucha del interior, que si he de mirarme al espejo, llorando, arrastrando la tristeza por las calles, pero que percibo cuan el tacto, que estás, estuviste y estarás, y solo la luz de tus ojos será quien ilumine mi camino, tus verdes ojos reflejando las llamas del fuego, mostrando el fuego del deseo, o mucho más que eso. Baby, por eso te convertí. Aquí si no estás, nada tiene sentido, un todo al que todo te lo da , o inevitablemente ya nada tiene sentido, y todo es un  absurdo, que ansía en sobre frondosa abundancia, tornarse en significado, esperando, mientras todo parece oscuro, de la noche ha vuelto, estoy preparado. Baby, mañana tienes que marcharte, caminaremos rápido por la noche, aún falta un poco, tranquila, iremos por caminos diferentes, para unirnos en uno, ya sabes cómo. No olvides nunca de contarme cómo pasa el mundo a tras de tus ojos, siempre tuyo, besos.

Nota: Baby es el nombre que le doy a un personaje femenino y vampiresa, si puedo decir eso, que habita en más letras que escribo. Desde hace relativamente poco, no sé cuándo leyó o y si leyó esto.