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lunes, 2 de septiembre de 2024

519_ Armengolina, proyecto de fácil final, solo empiezo al revés, si dura tanto como invención personaje llamado Baby seguirá, o sustituirá y será múltiples x entradas. Comienzo, título: Érase una mujer llamada Armengolina, que vino de Argelia a España. Así rezan las notas de su traslado de cárcel. Basado o copiado de otros libros de Albert Camus.

 Yo pude saber, que murió por una bala, un disparo recuerdo me quería sudor por la frente perdón por pecar Dios esta vez por ser tan desafortunado con el tiro pero he de relatar mi pieza como no por el día de mi juicio estaba claro que aunque dijera la verdad había muerto el disparo desafortunadamente cuando intentaba proteger a mi amada la que ya se había cansado de venir a estas piedras frías de la prisión no era mi intención intentaba protegerla María siempre decía que me quería y yo a ella éramos felices ahora tengo una pistola en la mano hace sol hoy con sus gritos alguien que la amenaza con un cuchillo así di un disparo sin pensar al aire caigo, el disparo suena en el aire y pierdo el equilibrio, mata una persona, que no conocía desde allí, con dolor en la cabeza, veo a María gritar, pero bien, de nada, pero la había matado pero era María, y seguía viva, me visitaba ahora estoy cansado de estas piedras de rechazar al pastor y sus palabras y que por qué rechazo al pastor el optimista recepcionista siempre pisa los papeles, de la misma manera siempre es el mismo puño, las visitas y al final la orca, donde me esperan todos, al final del libro, quizá simplemente comenzó, he escrito el momento, estas piezas frías me ponen el carácter más comprensivo o más duro, recuerdo mi madre y por qué sí claro por qué no en la residencia comenzar y recomenzar una nueva vida lo entiendo ahora perfectamente y el día de su entierro yo no sabía siquiera sabía cómo actuar no pienso que sean justas las personas que me verán o que no que la luna está allí fuera o me siento tranquilo en paz siento dolor yo fuera o dentro sea no lo sé, veo mi muerte no sé lo que verán mis ojos cuando los veo aplaudiendo gritado ahorcarlo ahorcarlo, en sueños, todos dicen por dentro que se vaya de éste mundo, nunca quise mal a nadie, pero eso no tiene nada que ver en ésto, en éste relato simplemente me veo con las piedras cerrado besamiéndose y pensamientos pensamientos ha estado de María de mi madre y de mi vida de mi amada que ya no me visita de mi madre que se ha muerto solo aquí en estas piedras y no quiero ver al pastor lo rechazo y otra vez no tengo nada que decirle a Diós, y menos al pastor ese chinchorros me acuerdo porque no suplicaba el señor cuando por fin él se acercó siendo yo diciendo al mismo cuño de la visita, carta y petición que no no viniera y no quería su visita, y así copiando a puño y mano alzada, del cada mes escuchando visionando cada escena, fue cuando empecé a recordar un libro que había leído y donde empezaba a recomenzar a escribir el principio, donde había acabado dándole una segunda parte, que nunca estaría a la altura del principio. Otro día si quiere el lector, leerme otro poco, le contaré alguna cosa más, ésta mala copia de mi escrito fetiche lo corrobora, así vivió en la cárcel, y así pensó, antes de morir, pero eso, es otra historia, descansando, hablemos otro día o noche, estoy cansado, mi cuerpo está dolorido, siempre en esta postura, y frías pedras, arriba, la reja, deja ver la luna, mañana me matarán en la horca, después seguiremos hablando un poco, hoy necesito dormir, gracias lector, ya sabe donde estoy, léame cuando esté de día, bienvenido sea, a mí morada, tranquilo, mamá hizo bien en recomenzar en la residencia una segunda vida, tenía todo el derecho del mundo, hasta pronto, gracias por leerme, buenas noches, mmmm el frío se agradece algunas noches, con una manta, ufff, apetece, invita la noche a dormir, ya soy libre, mañana seguiré, a lo mejor. Después de ese día, ya no, de algún modo, solo son sueños, por ahora, y luna, y sus pechos, los de María, en agua, rozándome, ya no viene desde hace mucho, seguramente recomenzó de nuevo, no lo sé. Siempre vivo un segundo siete horas es así en estas frías piedras que sudan agua, oigo hasta las gotas del viento. Pero no estoy triste ,quizá con el carácter un poco duro, el paso del tiempo de las comodidades de los hechos pero segundos de tiempo, los libros los periódicos y la muerte, pero para nada, ya lo pensé todo áspero. Me suele pasar pero creo que estoy bien en éste segundo ahora apoyando la cabeza en éstas piedras, notando su frío saliendo el vaho por la boca y una manta por los hombros mmmmm tengo sueño, ya da igual con lo que sueño.

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