Fueron dos hojas de laurel
se desploman por el aire, dibujando sonrisas
me acerco como mimo y curiosidad
veo luz, donde se dibuja una estela
brilla la luz tenue en la encrucijada
un grillo anuncia la noche
la bufanda aprecia el calor
la noche fría no deja ver mi aliento
son las cinco de la noche
un paseo hacia la montaña
todo está despejado, llevo una manta y una cantimplora
se observan lucecillas, en las casas diminutas
me pongo a leer allí arriba, en la cima
de compañero el viento
de música, las corrientes de los silbidos del aire
la luz, está a tres o cuatro horas de llegar
la brisa me concentra aun más
pronto llega la luz, y empezará la bajada
hacia el otro lado de las nubes
el silencio es lo que agarran mis manos
las caliento con el vaho de mi aliento
una hoguera me despierta, aun no llegó el día
duermo de noche, y amanece, ya ha finalizado todo
recorro el mismo camino, hacia el principio
mañana será allí, pero no sé el fortunio que acompañará
el baile de dos hojas de laurel, hoy son sonrisas
hoy, brilla el día, y al mañana, daré la bienvenida
No hay comentarios:
Publicar un comentario