Algunas veces hay que elegir, corregirse o aceptar, la madurez equilibra muy bien las dos cosas, pues las dos son necesarias. No puedo ser quien no soy, pero sí elegir cómo evoluciono, y por qué caminos; y que valen más dos segundos de vida y experiencia, que mil versos, que se pierden sin encontrar camino útil entre las mismas palabras que los crean. Podría escribir durante mil siglos, y no aprender nada de la vida.
Nota: queda en un entrenamiento, nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario